miércoles, 19 de marzo de 2014

A puro grito


Partido infartante en el Sacaan. En un segundo tiempo a puro grito, Ituzaingó y Liniers se hicieron 6 goles en 20 minutos. La Topadora cobró con intereses los errores del Verde, que perdía 3 a 0. Sin embargo, el equipo revivió y a puro corazón logró llegar al empate, aunque volvió a quedarse corto para ganarlo.



ITUZAINGÓ 3 - LINIERS 3

Ituzaingó (3-4-1-2): Lescano; Mantovani, Scipione y Escobedo; Zampini, Ibáñez, Di Toro y Gauna; Aliendro; Recchia y Bruno Rodríguez.

Suplentes: Ferreiro, Gómez, Vallejos y Lucano.

DT: Hernán San Martín

Cambios:    18' st. Gelpi por Recchia.
                    39' st. Tellas por Di Toro.

Amonestados: Mantovani, Ibáñez y Gelpi.



Liniers (4-4-2): Villa; Cuevas, Rizzo, Torres y Allende; Piedrabuena, Romero, Jose Luis Díaz y Cáceres; Lobótrico y Nicolás Horacio.

Suplentes: Cabrera, D'alegre, Urdagaray y Nowak.

DT: Gabriel Farías.

Cambios:    30' st. Pajón por Lobótrico.
                    38' st. Pérez por Díaz.
                    49' st. Sequeira por Piedrabuena.

Amonestados: Torres, Romero, Díaz, Cáceres y Pajón.


Goles:     7' st. Nicolás Horacio (Liniers).
              18' st. Lucas Escobedo e/c (Liniers).
              19' st. Adrián Lobótrico (Liniers).
              21' st. Leandro Scipione (Ituzaingó).
              26' st. Marcos Zampini (Ituzaingó).
              27' st. Matías Gelpi (Ituzaingó).

Árbitro: Juan Ledo (muy mal).

Cancha: Ituzaingó (muy buena).



Jugado por jugado, este equipo últimamente parece no tener medias tintas a nivel emocional. Apurado por ganar y engrosar el promedio, además de pasar al rival de turno, Ituzaingó llegó estar virtualmente muerto, tras recibir tres goles en 12 minutos. Atrás había quedado un primer tiempo que lo mostró superior en el comienzo. Bruno Rodríguez no pudo aprovechar un mano a mano, definiendo débil al cuerpo del arquero, tras asistencia de Aliendro. Después Recchia sacó un derechazo que estuvo cerca de meterse en el ángulo. La visita, intrascendente al principio, terminó mejor. Horacio, desde una posición envidiable, ensayó una volea que se fue alta, luego de un pase de pecho de Lobótrico.



En el segundo, lo épico. A los 6' Aliendro, caño de por medio a un rival, centró profundo al area: Torres sacó la bocha cuando Bruno Rodríguez sólo debía tocarla a la red. Jugada siguiente, tras robarle la pelota al Wity Ibáñez, Díaz dejó a Horacio sólo, para que éste supere a Lescano. Ituzaingó buscaba la pelota y no la encontraba. Para colmo llegaron dos goles en fila. Escobedo conectó en un córner y clavó la bocha en su propio arco. Acto seguido Lobótrico de tiro libre, buscó el palo del arquero y Lescano, que no lo esperaba, pagó el error: 0-3. Cuando todo presagiaba la inamovible victoria de Liniers, se dio la resurrección. Scipione apareció como centrodelantero y anticipó a Villa, para el primer descuento. Luego Zampini coronó una jugada que arrancó Aliendro en el medio y que se logró tocando por bajo, lejos de caer en el apuro de revolearla. A continuación, otro centro desde la derecha fue perfectamente conectado por el recién ingresado Gelpi, que hizo realidad el heróico empate. Sin ser una tromba, el Verde fue de los dos, el que tuvo más cerca la posibilidad de ganarlo, pero ninguna de las llegadas finales se concretó.



Ituzaingó demostró espiritú y perseverancia en los malos momentos, factores fundamentales para este resurgir. La gente jugó bien su papel y también empujó cuando se necesitaba. Sacando el factor emocional, al equipo le costó mucho sacar diferencias con un equipo terrenal, con más sacrificio que nombres. Próxima parada: Cambaceres.

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