Jugando mal, Ituzaingó empató 0-0, de local, con el humilde Yupanqui. Dejó escapar la chance de sumar su tercera victoria consecutiva en el partido que parecía más accesible. Ningún jugador del León se destacó. Aldo no cambió el esquema, faltó arriesgar más.
Hasta aquí, para Aldo Bazán, equipo que gana no se toca. Por eso, no sorprendió tanto que el Verde repita el esquema (con un solo delantero) que usó para visitar y golear 4-0 a Ballester.
Lentamente el trámite del partido demostró que no fue la mejor idea afrontar con dos líneas de cuatro, un media punta y un delantero al débil Yupanqui.
El equipo careció de peso ofensivo y su gran aliada del partido anterior, la contundencia, estuvo ausente.
Esa efectividad pudo haberse presentado a los 10’ cuando Carloni tuvo un doble mano a mano con el arquero del Trapero, pero Viano tuvo una tarde inspirada y se lució por dos veces para impedirle el gol al delantero del león.
Cuando parecía que esa jugada era el puntapié inicial ara “pelotear” a Yupanqui, nada de eso pasó.
Un remate lejano de Iturraspe y otra chance de Carloni fue lo único que el equipo generó en el resto del primer tiempo.
Menos mal, que ante ese panorama de tanta carencia ofensiva, el rival no inquietaba. Yupanqui fue solo a defenderse ¿alguien pensaba que iba a salir a atacar?
El humilde equipo capitalino fue a hacer su negocio y le salió muy bien.
En el segundo tiempo lo de Ituzaingó fue aún peor. Llegó mucho menos, que en los primeros 45’, contra el arco del muy seguro Viano.
Ni siquiera el revulsivo que significaba el ingreso del Pípi García modificó el trámite del partido. El ex Muñiz tuvo solo una oportunidad clara, pero el arquero del Trapero, las “rasguño” al corner.
Aldo, mas allá de los cambios de nombres (además de García, ingresaron Popé Cáceres y Ezequiel Alonso) nunca modifico el esquema y siempre mantuvo las dos líneas de cuatro. Priorizó el orden defensivo y no arriesgo.
Yupanqui se defendía cada vez mejor y a medida que pasaban los minutos resignaba aún más su posibilidad ofensiva. Fue un rival digno que no recurrió al juego brusco y que prácticamente no exigió en ningún momento a Scurnik.
El partido se fue yendo mostrando la impotencia de los jugadores del León que no pudieron ni siquiera tirar centros al área de Viano en los minutos finales del encuentro.
Preocupa no haber derrotado como local a Yupanqui. Es una lastima no haber ganado el tercer partido consecutivo. Molesta que Midland ya haya sacado diez puntos de ventaja. Es un pasó atrás haber jugado tan mal en esta etapa del campeonato que parecía ser un buen momento del León.
Ahora habrá que recuperar puntos fuera de casa, en dos visitas consecutivas. Primero ante Lugano y luego ante Atlas. A ganar por que si no se escapa el tren…
Por Mariano Genisso
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