sábado, 25 de octubre de 2008

Tarde negra…



Severino no marcó pero nos las hizo ver negras… Atlas fue un justo ganador pese a que con un segundo tiempo corajudo Ituzaingó casi lo empata.
El 1-2 cortó varias rachas pero nos hizo ver la realidad: hay que jugar mejor si no se va a complicar la historia.


Se llegaba con una buena racha, al menos desde lo numérico, cuatro partidos sin perder. Aunque desde lo futbolístico el equipo entregaba poco, podía empezar a saldarse esa cuenta ante un candidato: Atlas.
Dos cambios hizo Bazán para visitar el estadio Ricardo Puga, Marcos Zampini regresó tras tres partidos de ausencia y Pípi García jugó por primera vez como titular en la 2008-2009. Los ausentes, con respecto al partido con Lugano, fueron Iturraspe y Pereyra.
El partido arrancó siendo todo de Atlas. El local llegaba por los costados, sobre todo por su derecha con Lemos, un volante de muy buen manejo y gran dinámica que con sus ataques preocupaba al León.
Para colmo de males, para nuestro equipo, Wilson Severino esta inspirado. El moreno aguantó todo y se hizo imposible marcarlo para los defensores de Ituzaingó.
Tanta era la superioridad del Marrón (vestido de blanco en esta ocasión) que en el primer cuarto de hora, había generado tres chances claras contra el arco de Scurnik, en una de ellas el Ruso le sacó una pelota bárbara a Wilson tras un cabezazo.
Recién a los 21’ el Verde se empezó a asomar en el partido, allí una gran jugada del Pípi García (de lo poco que hizo en el partido) dejo solo a Dallera, pero Agustín definió de zurda y la mando arriba del travesaño.
Igualmente y más allá de que el equipo de Aldo decía presente en el partido, Atlas siguió siendo dominador de esa primera etapa. Máxime cuando tras un corner Alejandro Molinari de cabeza fusiló a Scurnik y marcó el merecido 1-0 para el local. Fin de la racha invicta del ex Lamadrid que llegó a 392’ sin recibir goles, por ahora la mejor de la divisional en este campeonato.
El gol no sorprendió ni por el momento ni por la forma, ya que en el juego aéreo los del Reality tenían supremacía, principalmente por la altura de algunos de sus futbolistas que siempre ganaban de arriba.
El final del primer tiempo le caía como anillo al dedo al Verde, que sufría el partido y no tenía como pararse de igual a igual ante el de General Rodríguez.
Para la etapa final y con lavado de cabezas previo de Aldo, la historia cambió. Al menos desde la actitud, ya que sin hacer cambios de nombres ni tácticos se notó una mejor postura del Verde, de movida, en el segundo acto.
Pero igual Atlas seguía siendo peligroso y mas con espacios. Por eso Diego Leguiza marcó el 2-0 en un contragolpe con gran definición eludiendo a Scurnik.
Ante ese escenario el partido pedía a gritos dos atacantes más en Ituzaingó y al rato el DT los puso.
Primero el Animal Pérez entró por el ofuscado Hernán García (de mal partido y de mucho enojo al irse reemplazado) y luego Lucas Alonso por Dani Bazán en un cambio más arriesgado, para jugar con un enganche y tres en el fondo.
De esa manera cobraba mas sentido la avalancha Verde que iba sobre el arco de Atlas y pese al 0-2 había ilusión de descontar y después empatar.
Severino, Leguiza y cia, seguían contando con contragolpes que eran “medio gol” pero se dedicaron a dilapidarlos por malas definiciones o buenas intervenciones del arquero del León.
El partido cobraba emoción, intensidad y una temperatura cada vez mas alta en la cancha, de hecho Manuel Bordón jugó un partido aparte, la calentura por momentos lo desbordó. Mientras tanto los de Szeszurak ensuciaban el partido haciendo tiempo en muchas ocasiones para detener la avanzada Verde.
A los 39’ el Animal Pérez aprovechó una distracción de la defensa local, y en un saque de falta rápido descontó de cabeza e ilusionaba con la hazaña de poder empatarlo.
Y las chances estuvieron, la última fue a los 48’ de los 53’ que jugó Lepanto, allí Nico Carloni no la pudo empujar abajo del arco. Fue una lastima.
Tras el pitazo final, los lamentos y la bronca de haber estado tan cerca del empate fueron moneda corriente, lo mismo que la bronca para con la terna arbitral, sobre todo con juez principal y Bustos el asistente numero uno, que en un momento del segundo tiempo llamó a Lepanto para denunciar que lo insultaban el puñado de allegados de Ituzaingó.
Más allá de todo eso Ituzaingó volvió a regalar un tiempo y a tapar con su coraje un juego que cada vez es más insulso.
Contra Dock Sud, en siete días hay revancha. ¿Jugaremos mejor?


Por Mariano Genisso

1 comentario:

Anónimo dijo...

nahuel aguilar mariano geniso que pasa que no dicen nada acerca de la causa abierta que tiene por corrupcion juan carlos robles el encargado del futbol de primera y de las inferiores acaso son complices de el