Aldo Bazán despidio el año en LA VOZ DEL LEON

El 2011 dejó muchos sinsabores para este Ituzaingó, sin embargo La voz del león cerró el presente año con la presencia de nada más ni nada menos que Aldo René Bazán. El ídolo del Verde repasó distintos momentos de su carrera, su paso por el exterior, la chance que tuvo de irse a River y su etapa en inferiores.

Es una lastima que Ituzaingó esté en esta situación. Yo trato de no dramatizar, aún entendiendo la pasión del hincha.

El final de su ciclo como técnico en inferiores: Tuve una reunión con el Coordinador, Hugo López y le comenté que no voy a seguir. Es por cuestiones personales, fue un año muy agitado, con muchas corridas para poder entrenar con los chicos, no me coinciden algunos horarios y por eso preferí no seguir el año que viene. Me ofrecieron seguir, mejorando la situación económica incluso, pero por cuestiones personales no voy a seguir.

El objetivo del club para mi debería ser, en algún momento, tener un equipo con un 80 0 90% con jugadores de las inferiores. Nunca se apuntó a eso, por ahí porque no había tantos jugadores o distintos factores influyeron para que esto no suceda. Pero me parece que un selectivo de inferiores, tiene que estar. El tema es que falta gente para trabajar la idea, no es fácil mantener a un grupo de 40 jugadores.

Su mejor gol: Uno en especial no tengo. Significativo si, el de la final en Morón (a Laferrere) de cabeza. No fue muy lindo, pero por el momento, por la ansiedad que teníamos fue un gol emocionante. Recuerdo goles lindos, uno de local a Cañuelas, que defino con un globo por encima del arquero. Hice varios de tiro libre. En el año en que estuvo Oses Lamela empecé a patear bastante, arranqué de grande a hacerlo. Practicaba después de los entrenamientos. Yo quizá tenía partidos donde no jugaba muy bien, pero agarraba la pelota y por ahí hacía un gol de tiro libre.

Un amor que se mantiene: El cariño de la gente, el reconocimiento de la hinchada es el mejor regalo que a uno le queda. Todavía me siguen sorprendiendo cuando me reconocen por la calle.

Su época más destacada como jugador: Cuando mejor me sentí en una cancha fue en la época del Nacional B. Me acuerdo partidos donde me iba muy satisfecho de la cancha.

La experiencia del Nacional: Nosotros no lo podíamos creer, llegar a algunos hoteles, a algunas canchas era todo un acontecimiento. De local por ahí no tanto, era un ambiente más familiar. Cuando teníamos que salir, llegar a estadios con historia, uno no se sentía menos, pero eso pesa en la cabeza antes de un partido. Después cuando salíamos a jugar muchas veces lo hicimos bien, solo que no teníamos la contundencia y la regularidad que tenían algunos equipos de ese Nacional B. Eso fue lo que le faltó a ese Ituzaingó en esos dos años. Estaba Nell Ceriani, Landeiro, Gallo que era un tractor y ya se perfilaba como un gran jugador. No nos achicábamos.

Una anécdota difícil de olvidar cuando se jugó con el Taladro: El día que perdimos con Banfield (1 a 0 de visitante), con aquel equipo que salió campeón, casi se lo empatamos. Nos faltaba esa eficacia que sí tenían los grandes equipos. Yo me corté solo, encaro a Puentedura, y suena un silbato. Yo miro al costado y cuando reacciono de que no era el silbato del referí Puentedura se quedó con la pelota. Perdí la oportunidad de hacer el primer gol. En el entretiempo me quería matar, fue uno de los peores momentos que pasé adentro de una cancha.

Los encuentros más recordados: Recuerdo una noche en Santa Fé contra Unión, que les ganamos 2 a 1 con la cancha llena, jugamos muy bien. Ese partido no se me borra nunca más. Contra Merlo en la lluvia, otro contra Central Córdoba en Morón, un 3 a 0 en el Nacional. Contra Midland un domingo, el 6 a 2.

Su llegada a Oriente Petrolero: Fue un paso fugaz, después de Almirante Brown. Fui a probarme como delantero, que era lo que ellos buscaban. Fui mentalizado de que era número nueve. Ya en la primera práctica tuve la suerte de hacer tres goles. En un par de días me hicieron el contrato. Fue una linda experiencia, pero corta. Jugué partidos entrando desde el banco, era suplente de Coimbra, él es un ídolo en Bolivia, Oriente Petrolero es un grande allá y aparte tenía un gran equipo.

La chance que tuvo de irse a River: Fue algo que me dijeron. Es cierto que Passarella estuvo en dos partidos consecutivos mirando a Ituzaingó, uno de local y otro en cancha de Tigre, en el campeonato donde el equipo salió campeón con Los Andes. Decían que me estaba siguiendo, que estaba la posibilidad y que pidieron cotización, pero eso se lo tienen que preguntar a los dirigentes de esa época, yo nunca lo supe.

Se habló de su regreso a las canchas en 2010: Yo fui realista en ese momento, es muy difícil, se puede fantasear con eso, pero después llevarlo a la realidad es muy complicado. El paso del tiempo atenta contra el cuerpo. Cuando entrené a la primera división, los pibes eran aviones. Eso es algo que se ha mejorado mucho en los últimos años, sería casi imposible para mí.

Compañeros con los que mejor se complementó: Me gustaba jugar con Gerry, siempre levantaba la cabeza para ubicarlo a él, pasamos lindos momentos adentro de la cancha. También con Garay, te la devolvía de primera, le daba mucha dinámica al mediocampo. El Negro además es un personaje lindo.