Punto y aparte…

Ituzaingó se trajo un punto del docke (1-1) que se valorará, o no, con el tiempo. El Verde arrancó jugando bien pero careciendo de profundidad, con el correr de los minutos el local lo superó y abrió el marcador. El Animal Pérez lo empató con un gran gol de media vuelta al apenas comenzar el segundo tiempo. Pero después, Dock Sud, volvió a tener el protagonismo y lo pudo haber ganado. Ituzaingó sufrió las ausencias (sobre todo la de Lucas Alonso) y se conformó con el empate. Gracias a los otros resultados, se mantiene a cinco puntos del reducido, quedando doce en juego. Todavía hay chances…

En una cancha difícil como la de Dock Sud, sacar un empate nunca es algo para despreciar fácilmente. Pero dadas las circunstancias del caso, el Verde esta prácticamente obligado a ganar todos los partidos de aquí al final del campeonato. Es por eso, que la igualdad del domingo cobrará valor si el equipo gana en sus próximas presentaciones y clasifica al reducido, en caso contrario, Ituzaingó lamentará no haber aprovechado con otro triunfo el envión anímico que traía tras golear a Atlas.

Las ausencias de Gustavo Silva y Lucas Alonso fueron suplidas por Alí Alonso y Nahuel Morón tal como se preveía. De esa manera, la dupla apostó nuevamente al 4-4-2 con el que comenzó jugando en la gran tarde ante Atlas. Por su parte, el Docke también paró un 4-4-2 para jugar el partido clave ante el León.

Ituzaingó arrancó con una saludable actitud de ser protagonista en el Docke. Dominó el partido en los primeros minutos, tocando y tocando la pelota en la mitad de la cancha. Pero ese buen pasaje, aproximadamente 15’, no fue aprovechado por que el equipo careció de profundidad.

Luego de un aceptable comienzo del Verde, no tardó en aparecer Dock Sud en el partido. Lo hizo sacándole provecho a la banda derecha de su ataque, por allí Tapia, el volante por ese sector, y Figueroa, el delantero que se tiró por ese costado, llenaron de problemas a Alí Alonso y Frisani.

Los dirigidos por Piri Garate, empezaron a llegar con claridad y Godoy sacó un par de pelotas de gol. Pero a los 31’, Figueroa volvió a escalar por la derecha y metió un centro atrás que Azcona mandó al fondo de la red. La ventaja era justa, Dock Sud supo cristalizar en el marcador su buen momento en el juego, algo que el Verde no pudo hacer.

Con el 0-1 encima, Alí Alonso pasó a jugar por la derecha y en su lugar se paró Ezequiel Alonso, Marcos pasó de doble cinco con Witti Ibáñez dando cuenta que el funcionamiento del mediocampo no conformaba a la dupla técnica. Para colmo el local seguía exigiendo a Godoy, que en cada remate al arco se lucía pero en cada centro sufría.

El primer tiempo del Verde no podía conformar a nadie, solo fueron positivos los primeros movimientos del equipo pero rápidamente su rival, niveló, lo superó y se fue al vestuario con ventaja en el resultado. La actitud debía cambiar y en parte esto pasó. De movida, en el segundo tiempo, Zampini agarró la pelota y empezó a eludir a cuanto jugador se le cruzara en su camino y cuando parecía perder la pelota, Ezequiel Alonso corrigió la jugada y se la dio a Pérez. El Animal sacó una media vuelta de zurda, desde la media luna, y clavó el 1-1.

Iban 40’’ de la etapa final y ya Ituzaingó resolvía mucho de sus problemas. El gol envalentonó al equipo para buscar el segundo, pero otra vez sufrió su falta de creación y de a poco se empezó a quedar tal pasó en los primeros 45’.

Al igual que en el primer acto, lo mejor del local llegó después del cuarto de hora. Pero despilfarró las chances que tuvo mano a mano con Godoy. Sobre todo el delantero Kiesik, ingresado a los 10’ del segundo tiempo, que erró goles inadmisibles y siempre decidió mal. Al desgarbado delantero del Docke su propia gente lo alquilo a insultos y silbidos, dada su floja actuación.

Dentro de su anemia ofensiva, el León tuvo una chance clara para ganarlo, fue una de Gastón Aranda que pifió un centro atrás de Ezequiel Alonso. Esa fue la última oportunidad clara del Verde. Por su parte, los Inundados, siguieron buscando el gol del triunfo tratando de aprovechar uno de los pocos partidos que le quedan como local en el campeonato, pero en esa búsqueda se repitió en los centros frontales.

Faltando 15’, Ituzaingó empezó a enamorarse del empate. Aguantó los últimos arrestos ofensivos de su rival tratando de que el partido terminase lo más rápido posible. Apenas terminó el partido, el empate no llenó las expectativas de ninguno de los equipos, pero cuando fueron cayendo los resultados de otras canchas, la sensación fue un poco menos negativa. Ituzaingó deberá ganarle a Juventud Unida el próximo sábado para que sigan siendo reales las chances de entrar al reducido. Dejó pasar una chance de sumar de a tres pero no perdió y sigue en carrera. El tiempo le dará su justo lugar al empate en el Docke.


Por Mariano Genisso