domingo, 14 de diciembre de 2008

Otra vez sopa…

El último partido del año fue una pintura exacta de lo que es este Ituzaingó. Jugó bien hasta que le marcaron el empate y ahí se derrumbo, el rival termino pintándonos la cara. Riestra (el puntero) ganó 3-1, a merced de todos los errores nuestros. A este paso costará clasificar tranquilo al reducido y pensar que se soñaba con ganar el campeonato…


Equipo que gana no se toca, como tantas otras veces, fue la táctica utilizada por Aldo Bazán. Por eso, ante el puntero, Ituzaingó jugaría igual que contra el último (venía de ganarle 5-1 a Urquíza).
Riestra históricamente siempre fue “una piedra en el zapato” para el Verde. Aún en los años cuando la diferencia de realidades era abismalmente a favor de los nuestros. Mucho más difícil seria enfrentarlo como puntero (con 14 puntos mas que nosotros) y en su reducto donde llegaba con 8 triunfos consecutivos.

De comienzo, Ituzaingó, marcó territorio jugando en campo rival. Se instaló a presionar bien arriba y a medirse de igual a igual con el mas pintado de la categoría. Pero no duró mucho, enseguida Riestra emparejo y nos envolvieron, los dos equipos, en un tramite mas ajedrecístico que futbolístico.

Recién a la media hora de juego, aparecieron las dos primeras chances de gol. Una fue del Verde: Bochazo de Zampini en profundidad, para el pique de Silva, que desbordó y tiró el centro; Aranda tardó en definir y lo hizo débil para que Ferlautto alcance a mandarla al corner. En la siguiente jugada, el veloz volante Ariel Ricca, superó en velocidad a media defensa del León y se la picó a Godoy, que muy atento se quedó con el balón.

El primer tiempo mostró mas intenciones que concreciones. El puntero con la movilidad de sus volantes, Ricca por derecha y Maffoni por izquierda, inquietaba pero no más que eso. Y el equipo de Aldo, se mostraba ordenado y en condiciones de jugar un partido de igual a igual con el líder. Además, Riestra se repetía mucho en tratar de salir jugando desde el fondo por abajo y con la presión de Aranda y Silva, el Verde siempre estaba a punto de robar alguna de esas pelotas y armar un lío bárbaro.

Tras el descanso, Bazán metió mano. Sorprendía por que el nivel del equipo no era malo. Pero en las dos variantes termino acertando. Ingresó Canteros por Ezequiel Alonso y Lucas Alonso en lugar de Aranda. El Colo, recién ingresado, iba a la cueva y Páez pasaba al medio. Por izquierda iría Cáceres y Lucas Alonso quedaba de media punta acompañando a Silva.

Las modificaciones del Verde, le dieron mas firmeza en el medio y un generador de fútbol bien válido como El Duende Alonso.
Y ahí se vio lo mejor del equipo. Tanto que empezó a generar llegadas y se olía en el ambiente que el León era dominador.

Hasta que a los 19’, Gustavo Silva de cabeza marcó el 1-0 tras un buen centro de Dallera.
Ituzaingó lo merecía. Era un poco más que Riestra. Encima, y para darle mayor aire al Verde, Ariel Ricca, hasta allí el mejor del blanquinegro, se iría expulsado por juego Brusco.

Con un gol de ventaja y un hombre más, Ituzaingó estaba obligado a ser inteligente. Pero otra vez falló. En la primera aproximación del puntero, Páez cometió mano en el área del Verde y Riestra tenia la chance de empatarlo desde los doce pasos.
Asad, facturaba y empataba el marcador. Para colmo de males, Javier Páez, símbolo de la levantada Verde, se iba expulsado por doble amarilla.

Todo igual (1-1 y los dos con diez), decía alguno en la platea. No, todo mal…para el León. El desmoronamiento habitual de este Ituzaingó cada vez que le marcar un gol se sintió y mucho. Apenas a dos minutos del empate, el defensor Borrajo “agarró la lanza” y se mandó. Nadie lo paró y el tipo tomó coraje, la tiró para adelante y encontró a Quintana que definió en medio de una defensa mal parada y con un Godoy a media agua.

En menos de cinco minutos, Riestra pasaba de mendigo a millonario. El Verde regresaba a su triste realidad. A los 40’ y a modo de mazazo, un tiro libre en forma de centro se transformo en el tercer gol del local. Arrúa entró solo para empujarla, pero abajo del arco le robó el gol su compañero Asad y volvió a sentenciarnos. Los defensores de Ituzaingó se quedaron como estatuas y Godoy salio como superman, pero solo atajo el aire.

Cuando pitó el final Penel, las sensaciones eran muchas. ¿Otra vez lo mismo? ¿tan Verde es este equipo? ¿Como salimos de esta?
Menos mal que se termina el año, Ituzaingó no cumplió los objetivos de mitad de temporada, quedó a 17 de la punta y entrando al reducido por diferencia del gol, favorable ante Juventud Unida y Claypole, pero cabe recordar que el Lobo tiene un partido menos. Solo un manto de piedad le cabe a este difícil momento de la historia futbolística del Verde.

Por Mariano Genisso

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