sábado, 20 de septiembre de 2008

Irregularidad crónica


Inestable. Así es este equipo, venia de golear pero hoy se quedó sin nada ante Paraguayo. Lo perdió (1-0) sobre la hora y jugando con uno más los últimos diez minutos. Con tres delanteros en casi todo el segundo tiempo no pudo patear al arco.
El panorama se volvió a nublar, el pronóstico es reservado…


La tarde era de confirmación y terminó siendo de decepción. Después de una imponente victoria como la del sábado pasado ante “el mate”, lo mínimo que cabía era ganar ante un Deportivo Paraguayo que llegaba alicaído y con su entrenador en la cuerda floja.
Pero como viene pasando (desde hace rato) este Ituzaingó es socio de la irregularidad. Una tarde juega para campeón y otra no le puede ganar, con un hombre más, al humilde Paraguayo.
En el primer tiempo, la insipiente sociedad de los hermanos Alonso, generó esperanza en Ituzaingó. Ezequiel y Lucas mostraron la mejor cara del verde, gracias al fútbol bien jugado por la pierna izquierda del mayor y la electricidad que muestra en cada arranque con la pelota pegada a la derecha “luquitas”.
Tampoco fue para despreciar “la lucha” de Carloni con los defensores del guaraní, muchas veces ganando y habilitando a Silva, como lo hizo en el cierre de la primera etapa cuando el ex delantero de Almirante Brown no pudo en el mano a mano con el arquero Santillán. La chance más clara, de todo el partido, a favor del “león”.
El equipo de Caggiano solo se limitaba a esperar una genialidad del “eterno verdugo verde”, Miranda Moreyra, o alguna falla de nuestra defensa, que por suerte en la etapa inicial no se produjo. Encima perdió por lesión al Colombiano Pottes Mina, que trabó débil una pelota con Lucas Alonso y dejo la cancha antes de los primeros 10 minutos. El moreno, de gran porte, pintaba con hacernos ver una tarde negra.
Con más argumentos futboleros que su rival y con ayuda del viento, el equipo de Aldo, en “el mereciómetro” del primer tiempo se fue ganando cómodo. Pero los goles pareció haberlos gastados en la cita contra los Quilmeños, por que a Villegas no viajaron.
En la segunda etapa, el local aprovechó el viento a favor (siempre muy fuerte) para acercarse al arco de Scurnik; varias veces con chances claras que resolvió siempre bien “el ruso”. Ituzaingó perdió protagonismo (no agarraba la pelota en el medio) y Paraguayo creció mucho, hasta casi hacernos creer que estaban para ganar el pleito.
Y lo lamentable es que así seria, aún con un hombre menos, por la indiscutible expulsión de Iglesias que le propino un planchazo sin pelota al “witty” Ibáñez a los 34’ del segundo tiempo. Con ese panorama a favor, más los tres delanteros que terminaron jugando los últimos 25’ de partido, (Carloni, Silva y Morón también entró Iturraspe pero hizo poco y nada) Ituzaingó fue muy apático en sus intentos y casi no pateó al arco. Por eso y como un escarmiento del destino, faltando dos minutos para el final del juego, un centro de esos que por ahora son mortales para la defensa del “verde” terminaron por darnos la derrota.
El cabezazo de Marcos Gallego fue en “las narices” de Scurnik, que hasta ahí era la figura del segundo tiempo, pero otra vez volvió a fallar en un centro a su área.
El resultado cae pesado pero la actuación también. La irregularidad parece moneda corriente en este Ituzaingó 2008-2009, jugando por momentos bien y marcando goles como local, pero cercano a la hibrides cuando juega de visitante (ya lleva 2 partidos sin marcar goles fuera de casa). Aldo tenés laburo! La historia viene complicada.

Por Mariano Genisso.

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